sábado, 2 de febrero de 2008

Debate en el PNV

“Ponencia política” se ha convertido es uno de los conceptos claves de este verano. A esta cuestión, por ejemplo, se ha vinculado la posible paz interna en el PNV y, en otros casos, se sigue cimentando el mito-falacia en torno al sistema de toma de decisiones en este partido. La lectura del último artículo del historiador Manu Montero confirma que el mundo académico sigue sin aclararse en este apartado. Lo cierto es que es debate no solo ha sido una constante en el nacionalismo en JEL, sino que no se han producido grandes crisis por razones doctrinales.

Si uno repasa los programas de EAJ-PNV hasta 1987, se dará cuenta que, tradicionalmente, la doctrina se ha sustentado sobre pocas ideas simples y mucha (y buena organización). La idea fuerza, que hoy mantiene toda su vigencia, es “Euzkadi es la Patria de los Vascos” (Euzkotarren Aberria Euzkadi da). Seguramente, podíamos traducirlo como “Euzkadi es la (única) Patria (posible) de los Vascos”.

Durante casi ochenta años, el objetivo del nacionalismo vasco democrático fue el de la vuelta a la situación anterior a 1798 y 1839 y, sobre la base de la reintegración foral plena (que gentes como engracio Aranzadi consideraban como sinónimo de independencia), construir la nación sobre la base de la “libre confederación de los estados vascos” (Arana-Goiri). Desde casi su nacimiento, el nacionalismo en JEL optó por el posibilismo y el gradualismo rechazando tanto las posiciones de tibieza (Ulacia) como las más radicales (de JOALA). En el proceso de escisión del comienzo de la década de los 1920 (Comunión-Aberri), además de algunas diferencias de estrategia (si uno lee con cuidado los programas de Comunión y Aberri verá que las diferencias eran mínimas), hubo muchas cuestiones personales (con intervención protagonista tanto de Elías de Gallastegui como del viejo Luis de Arana-Goiri).

En el periodo republicano, se producen algunas cuestiones interesantes: la organización se consolida en Bizkaia y Gipuzkoa y comienza a extenderse por la zonas agrarias de Araba y Nafarroa. Un afiliado de Tafalla, Jesús de Daxanbaratz, llegó a ser presidente del EBB. En aquellos días, además, la consecución de un régimen de autonomía se había convertido en la prioridad para el Partido. En la década de los 1930, se producen asimismo dos hechos que, al final, no tuvieron especial relevancia en el desarrollo del PNV: la salida del sector laico que funda ANV (que acabó integrándose en el Frente Popular español) y la escisión de un sector del Euzko Mendigoizale Batza (Jagi-jagi), una vez más inspirada por Gallastegi y Luis Arana.

El comienzo de la guerra civil cierra una de las etapas más importantes en la historia del PNV. Aunque fuese en plena guerra y, por ende, con efectos limitados, se alcanzó un régimen de autonomía, formándose el primer Gobierno vasco. Y todo ello gracias a una sucesión de acuerdos trasversales. Por otro lado, se profundiza en la democratización interna.

Entre 1939 y 1979, hay una serie de hitos relevantes en la historia del PNV. El rechazo a los sucesivos intentos de “frentes nacionales” (con o sin participación de ETA), la introducción del derecho de autodeterminación en la ideología nacionalista (1949) y el mantenimiento del Gobierno de Euzkadi como órgano pluripartidista de representación de los vascos.

En 1976, llegó el momento del gran balance tras cuatro décadas de dictadura militar. En el debate, participaron miembros de diferentes generaciones. En la Asamblea Nacional de Iruña (1977), como había sido tradición en el PNV, apoyó una ponencia política los suficientemente abierta como para que pudiesen identificarse con el partido las tendencias diversas y, desde luego, integrar a todas las tendencias posibles. De esta forma, EAJ-PNV se convirtió en la primera fuerza política vasca.



Enviado el 30 de agosto de 2007

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